El día 28 de abril de 2022, el Pleno del Parlamento de Andalucía aprobó la reforma de su Reglamento con la finalidad de aproximar la práctica parlamentaria andaluza al “Pacto Antitransfuguismo”. Esto se justificó en que el transfuguismo se trata de una “práctica antidemocrática que altera las mayorías expresadas por la ciudadanía”, según se indica en la exposición de motivos. A pesar de ser concebida por la clase política como un triunfo que garantiza la unidad del partido, en mi opinión, no es sino un recorte de la libertad de expresión y participación de los diputados.