“La mente y el alma son cuerpo”[i] y ambos “son solidarios por su comunidad de raíces, y no parece que puedan separarse sin perecer”[ii]. Así ocurre en los Trastornos de Conducta Alimentaria (TCA): la mente enferma y, como consecuencia de ello, el cuerpo marchita. Cuerpo y mente son indivisibles y forman una perfecta combinación de la que depende la salud.
El uso de las redes sociales nos produce un falso sentimiento de (híper)conexión. Lo que suele ocurrir es que seguimos un hashtag, compartimos una publicación y… “a otra cosa mariposa”. La información nos llega tan rápido, tan abundante, que no hemos terminado de postear sobre algo que está ocurriendo en el otro lado del planeta (y sobre lo que no hemos necesitado investigar absolutamente nada porque Twitter es la nueva enciclopedia Larousse) y ya “tenemos que” reivindicar el nuevo trending topic del momento.
El pasado martes 20 de abril el Congreso de los Diputados aprobó en sesión plenaria la Proposición de Ley sobre el régimen jurídico de los animales que supone la modificación del Código Civil, la Ley Hipotecaria y la Ley de Enjuiciamiento Civil, con 295 votos a favor y 52 votos en contra (1).
“¿No te parece, entonces, desvergonzado que quienes no saben qué es el saber pretendan explicar cómo es?” [i] Le preguntó Sócrates a Teeteto. La educación es un imprescindible vehículo de transmisión del conocimiento al posibilitar la evolución individual y social. Sin embargo, la política educativa ha degradado y devaluado el saber y el conocimiento porque, sin que sus líderes entiendan lo que significan en profundidad dichos términos, los han tratado de regular.