Una gran parte del territorio español se enfrenta en la actualidad, y se enfrentará más decisivamente en los siguientes años, a un problema endémico de despoblación causado, entre otros factores, por la hiperconcentración demográfica que se da en puntos muy concretos y delimitados de la geografía nacional. El sistema económico actualmente vigente propugna ese modelo en tanto responde a un paradigma utilitarista y economicista donde lo que priman son los criterios de supuesta eficiencia, reducción de costes y acumulación de los beneficios netos.